viernes, 12 de diciembre de 2014

Cedos-capítulo 4

"Pum pum... pum pum... pum pum..." el latido de mi corazón retumbaba en mi cabeza.
¿Estoy muerta? ... no. Tengo que despertarme, ahora o nunca.

Lo primero que oigo son susurros, susurros de niños. Los niños de mi clase. Abro los ojos. Miro para todos lados asustada. Miro a un punto fijo hasta que mi vista se enfoca y me fijo en el caos a mi alrededor. Hay un niño que no reconozco... llorando, diciendo cosas sin sentido como: 'Nada... ellos sí... yo no...' . Miro a su derecha y veo a Lara, la niña más 'popular' de mi clase que no deja de repetir el sonido de una moto y reírse, como si estuviese loca. Seguramente lo esté. Rápidamente busco con la mirada a Jake y a Miry. Los encuentro en una esquina. Voy corriendo hacia ellos, saltando cuerpos de niños que no reconozco, algunos llorando, riendo y otros, simplemente mirando al infinito sin decir nada. Cuando llego me fijo en que Miry tiene la cara llena de lágrimas.
  - ¿ Qué pasa ?- digo preocupada.
  - Es Jake, no... no dice nada- dice limpiándose las lágrimas.
Miro a Jake, que está mirando fijamente al horizonte. Sus labios están tan apretados que son casi líneas.
  - No te preocupes, Miry , ya se pondrá bien...- Miry intenta sonreír, pero no tiene mucho éxito. No pasa nada. Miro para mis lados y veo a gente que está igual que nosotros, o en este caso , nosotras, preguntándose qué está pasando.- Miry, tenemos que sacar de aquí a las personas que estén medianamente conscientes o, simplemente, como Jake, que estén mirando al ... más allá. Creo que entre todos podremos ayudarnos.
  - Vale...- mira a Jake como preguntando qué hace.
  - A Jake y a las personas que estén igual que él intenta llevarlas a la puerta.- miro para los lados y me doy cuenta que no hay mucha gente que esté preguntando qué pasa o simplemente que no esté actuando como si estuviera loco o loca.
  - Pues, yo voy por la derecha y tú por la izquierda- asiento y me dirijo a la izquierda de la clase. La mesa del profesor está en la parte izquierda, y , al mirarla me pregunto dónde estará la profesora Lily , pues cuando llegó el humo lila me pareció verla. Estará muerta. El miedo me recorre el cuerpo. No sé qué vamos a hacer un grupo de niños de décimo sin un adulto. Miro debajo de la mesa desesperadamente , al lado, encima, incluso en las partes donde ella no podría caber aún que quisiera, porque, no es que esté muy flaca, que digamos... Pero aún así, no la encuentro. Voy directa hacia una niña que está gritando “qué pasa”. Es Abie Smith. Ella siempre ha sido de estatura media , como yo, pero este año ha pegado un pequeño estirón. Tiene el pelo recogido en una trenza, que le llega hasta la cintura. Siempre he envidiado su belleza... Ojos grandes, claros, mandíbula perfecta, sin ningún defecto como granos, lunares en medio de la cara o cualquier cosa de esas. Pero ahora no era bonita, para nada. Está gritándole desesperada a una niña, mientras está canta una canción que no reconozco. El pelo anaranjado le cae por la cara y el flequillo, antes recogido en una pinza, se le cae en los ojos. Da pena solo de verla.
  - Abie – le doy una palmada en el brazo, pero no responde - ¡Abie!- sigue sin responder , como si yo no existiese- ¡ABIE! - entonces me mira. Tiene los ojos, que siempre han sido verdes, rojos. Se ve un poco de su verde natural , pero de tanto llorar, están prácticamente rojos. Mi madre siempre ha dicho que los ojos te enseñan el alma de una persona, yo nunca la he creído, pero en este momento puedo ver el miedo en los suyos, como si acabase de ver a la misma muerte ante ellos. Tú si la has visto Sarah, tú has visto a la muerte. O simplemente has estado a punto de verla.
  - ¿Qué... pasa... aquí..? - dice dando bocanadas de aire.
  - Te voy a sacar de aquí , ¿ vale ? - le digo con una sonrisa, intentando animarla - pero necesito que me ayudes. Me gustaría que, por favor, vayas a la puerta y quien vaya llegando le tranquilizas, y , te aseguras de que nadie salga de esa puerta. Creo que puedes hacerlo.
Al principio creo que se va a poner a llorar de nuevo, pero luego asiente lentamente y dice:
  - Vale... - se va andando a la puerta chocando con personas, pero, aún así, parece como si no las viese.
Sigo para delante y mando a un grupo de personas hacia la puerta. Entre ellas reconozco a Max, el líder del equipo de fútbol, a Laura, una chica que siempre ha sido muy tímida y a Jessica, la “ cerebrito ” de la clase. Hay otras tres personas que no reconozco. Miro a mi alrededor y veo los que me quedan. Están cantando, silbando y hablando solos . Bueno, siete niños salvados de treinta. Espero que Miry haya conseguido por lo menos otros siete. Voy hacia Miry que está en la puerta esperándome.
  - ¿ A dónde vamos ? - me pregunta Miry. Tiene las pestañas aún mojadas, pero se nota que la distracción de organizar algo le ha ayudado.
  - No sé – pienso en la desaparición de la profesora y me estremezco – aquí está pasando algo, así que lo único que se es que tenemos que salir de aquí.
  - ¿ Pero y nuestros padres ?¿ Nuestra familia ? - dice lloriqueando Laura. Creo que es la primera vez que la oigo hablar en todos los años que he estado con ella – ¡ A mi familia también puede haberle pasado algo ! - grita.
  - Laura, tranquilízate , aquí nadie está bien.
  - ¡Pero...- empieza.
  - ¿¡ Qué crees, que yo no estoy preocupada?! - grito - A lo mejor mi familia se ha vuelto loca, y lo único que pido para que no me lo vuelva yo es ¡que mantengas la calma! Porque ahora mismo todos nos encontramos en la misma posición, y si no nos ayudamos unos a otros, esto va a acabar mal. Así que, por favor, mantén la calma – digo mas tranquilamente.
Laura baja la cabeza y asiente. Miro a Miry, que tiene la boca medio abierta mirando a Laura. Toso exageradamente y Miry me mira, todavía con la boca abierta. La cierra rápidamente corriendo y traga.
- Podemos ir al parque, hay mucho espacio y está en el centro de la ciudad – digo – podremos averiguar qué pasa. 

Vamos andando hacia la salida del instituto en silencio. Miro a Miry que va cogida de la mano de Jake y bajo la cabeza. Se pondrá bien, se pondrá bien... Mientras ando me voy chocando con varias cosas: libros, estuches, mochilas... lo peor es que a veces no son "cosas". A veces son personas. Cuando vi a la primera me dio un vuelco el corazón. Está muerta, me dije. Pero cuando me fijé me di cuenta de que era como si estuviesen dormidos, pues el pecho les subía y les bajaba. Están respirando, pensé. Bueno, pues ahora paso por los cuerpos como si nada. Como si fuese lo más normal del mundo. Entonces todos se paran y me choco con el de delante.
  - Sarah...- dice Miry susurrando. Miro hacia ella esperando que siga hablando pero en cambio de eso, se queda mirando al frente.
  - ¿Qué pasa?- entonces levanta la mano. Sigo su mirada y me encuentro con la puerta del instituto. Está normal, como siempre, pero delante suya hay dos bultos que se acercan lentamente. Me fijo detenidamente y los reconozco al instante. Son el señor Mords y el conserje Bob. En otra situación verlos juntos habría resultado hasta gracioso, pues Bob es muy bajito y "regordete". Abren los dos a la vez los brazos y siguen avanzando hacia nosotros.
  - ¡Profesor! - Abie va corriendo y se arrodilla delante del señor Mords. Junta las manos como rezando y empieza a balancearse- ¿Qué pasa?
  - No debéis salir del instituto - dice Bob con voz ronca haciendo caso omiso a Abie. Está loco, esto es un gallinero. 
  - Pero tenemos que averiguar qué pasa- digo. Lentamente voy dando pequeños pasos para atrás para situarme al lado de Miry - tenemos que salir de aquí - le digo a Bob casi gritando. Miro para mis lados y todos asienten.
  - ¿ Soy yo o parecen robots ? - me susurra Miry. Le voy a responder cuando por el rabillo del ojo veo a Abie levantandose.
  - Señor Mords,por favor - dice - déjanos salir - miro fijamente al hombre y me doy cuenta que tiene las manons completamente cerrados en puños. Voy a gritarle que se aleje cuando rápidamente se acerca a Abie, la coge por la camiseta y la tira por los aires. Me atraganto con mi grito mientras veo a Abie volar hasta chocar con la pared como una muñeca. Solo está inconsciente, solo inconsciente. Laura pega un grito y va corriendo hacia la chica.
  - Nadie va a salir de este instituto - grita Mords.
Entonces oigo el grito formulando una sola palabra:
  - ¡Correr! - no sé quien lo ha gritado o simplemente si lo habré imaginado pero cojo la mano de Miry, me doy la vuelta y empiezo a correr. Miro para atrás y veo que todos me siguen. Delante mía hay bastantes puertas: la del laboratorio, la clase de lengua y el gimnasio. La clase de lengua tiene una ventana. Sigo corriendo, ahora hacia la clase. Abro la puerta rápidamente y entro.
  - ¡Rápido, entrar!- les grito. Poco a poco van entrando. Noto mi corazón a mil por hora. Miro detrás de todos y veo al señor Mords y al conserje andando. Les da igual que huyamos con tal de que estemos en el instituto. Miro para los lados y me doy cuenta de que ya están todos. 
  - ¡ Que alguien se ponga contra la puerta ! - viene corriendo un chico y se coloca. Me fijo en él. Tiene el pelo castaño y los ojos extrañamente claros. Tiene los ojos lilas. Es alto, bastante alto y flaco. Está bastante bien. Sacudo la cabeza y me oigo decirle "gracias". Entonces miro al centro de la clase, donde han hecho un corro. Están todos hablando a la vez y solo oigo a los que gritan silencio. Entonces me doy cuenta de una cosa. Abie está despierta y, además completamente callada, pero con una sonrisa en la boca y las manos tras la espalda. No parece una sonrisa de felicidad. Entonces saca las manos de la espalda donde tiene una jeringuilla con un líquido lila en el interior. Recuerdo la niebla lila y me estremezco. Me quedo paralizada cuando empieza a andar hacia Miry, que está intentando hablar con Jake. Levanta el brazo y en ese momento me encuentro delante suya tirándola hacia atrás. Se nota que la sorprendo, pues se le cae la jeringuilla al suelo y se rompe en mil pedazos. Me pongo encima de Abie y le sujeto los brazos. Entonces empieza a reírse con una risa nada agradable.
  - No penséis siquiera, Recordens, que vais a conseguirlo - dice con voz ronca. ¿Qué nos ha llamado?. En ese instante la cara se le convierte en una mueca de dolor y se queda inconsciente sobre mis brazos. Empiezo a mover a la chica pero ni se inmuta. La he matado. Me fijo en su pecho, que sube y baja lentamente. Suspiro.
  - Tenemos que abrir esa ventana - dice Miry. Todos ya se han puesto al rededor nuestra para ver lo pasado. - pero está cerrada...
  - Así que habrá que romperla - me giro y veo al chico de ojos claros de la puerta. Alarmada miro la puerta, donde ha puesto varias sillas, pero al parecer, al otro lado de la puerta nadie está poniendo presión. Miro al chico y , al fijarme, veo que en la mano tiene un borrador. Me sonríe y se va hacia la derecha. Noto un cosquilleo y lo sigo con la mirada. Levanta la mano y choca el borrador contra la ventana. En ese mismo momento suena un clic y se hace pezados.
  - Que buenas son las ventanas eh- dice Miry riendo.
Cojo a Abie y le paso el brazo por mis hombros. Instantáneamente Miry coje la mano de Jake y se coloca al otro lado de Abie. Le sonrío y empiezo a andar hacia la ventana o, al menos lo que fue la ventana. Detrás de ella veo los edificios y a lo lejos las afueras de la ciudad. Nos vamos.

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